Este es uno de los platos preferidos de mi padre. La verdad, es que está buenísimo y además sirve para acabar con todos los restos de verduras que van quedando en el frigorífico. Hoy he utilizado lo que tenía, pero podéis poner lo que queráis, admite cualquier combinación de verduras; guisantes, espinacas, acelgas, espárragos… Lo que más os guste.
Ingredientes:
- Una cebolla dulce pequeña
- Un pimiento verde italiano
- Medio pimiento rojo
- Dos alcachofas
- Dos patatas
- Dos zanahorias
- Un puerro
- Media berenjena
- Seis champiñones
- Un calabacín pequeño
- Un punado de alubias verdes
- Un diente de ajo
- Una hoja de laurel
- Un cubito de avecren
- perejil
Elaboración:
Lavamos y picamos la cebolla, el ajo y el pimiento verde en brunoise y lo pochamos en una cacerola con aceite de oliva exta. Lavamos y troceamos el resto de las verduras, las vamos incorporando poco a poco y las vamos rehogando bien a fuego lento para que se vayan haciendo poco a poco. Primero añadimos las verduras más duras: zanahorias, berenjena, alubias verdes, alcachofas… y por ultimo las patatas y los champiñones. Cubrimos con agua y agregamos un poco de perejil picadito y el avecren previamente machacado en el almirez. Dejamos que cueza hasta que las verduras estén bien tiernas.
