Me encanta desayunar una buena tostada con mermelada. Como hoy tenía bizcocho y le he puesto la mermelada de fresa que he hecho ayer. Que rica!!!!!
En los puestos del mercado se ven las fresas y fresones en cajas colocadas como si de flores se tratara todas rojas y apetecibles. Merece la pena hacer mermelada casera porque tiene un sabor especial. Cuanto mejor sea la fruta y cuanto más madura mejor saldrá.
Ingredientes:
- 1,5 kg de fresas ya limpias
- 500 kg de azúcar
- Una manzana grande
- El zumo de un limón
Elaboración:
Quitamos el pedúnculo de las fresas, las lavamos y las partimos en cuatro trozos. Las mezclamos con el azúcar y el zumo de limón y las dejamos macerar toda la noche para que suelten su jugo.
Al día siguiente las ponemos a cocer junto con una manzana pelada y cortada en trozos muy pequeños con las pepitas y el corazón. La manzana va a ser el espesante natural y va a desaparecer. No se va a distinguir de la fresa ya que va a tomar el precioso color rojo oscuro de la mermelada.
Dejamos cocer a fuego moderado durante una hora y media aproximadamente. El tiempo dependerá del tipo de fresa y de la cantidad de jugo que suelten.
La mermelada está cuando sea un poco sólida. Podemos poner una cucharadita en un plato y dejar que se enfríe y vemos la textura que va quedando.
Repartimos la mermelada en botes de cristal, cuando está aún caliente. Nos ayudamos de una pequeña cacilla o de un embudo. Los tapamos y los dejamos enfriar dados la vuelta para que se haga el vacío y se conserven mejor. De todas formas no van a durar mucho os lo garantizo.