Esta receta se la enseñó mi abuela a mi madre. Le contó que a ella se la había enseñado su suegra, es decir mi bisabuela. Está bien conservar las cosas buenas.
Se hace con guisantes tiernos. Ahora, tenemos la suerte de tener guisantes tiernos todo el año, sin tener que esperar a los primeros de la temporada en primavera. Para mí, los mejores son los congelados. Podemos utilizar cualquier guisante fino, superfino, baby o muy tierno . Yo utilizo los de Mercadona. Salen buenísimos.
Ingredientes:
- 500 gr de guisantes congelados
- Un pimiento verde italiano
- ½ cebolla dulce o una cebolleta
- Unos taquitos de jamón
- Un diente de ajo y perejil
Elaboración:
Sofreímos la cebolla y el ajo picados muy finitos, cuando están, incorporamos al sofrito el pimiento verde picado también muy finito. Añadimos unos taquitos de jamón serrano y luego agregamos los guisantes y rehogamos bien. Ponemos un poco de agua y el perejil fresco picado y rectificamos de sal. Dejamos que cueza un poco y a disfrutar.
Se pueden incorporar, justo antes de servir, un par de huevos batidos removiendo hasta que estén un poco cuajados. Otra opción es freír unos o dos huevos por comensal. Así es cómo más me gustan. Están deliciosos!!!
La cebolla y el pimiento les dan un dulzor especial. Es muy importante que sean guisantes tiernos y pequeños, sobre todo para que les gusten a los niños.